Un sueño… no encontramos una palabra más adecuada que pueda definir lo que hemos vivido durante los pasados días. Los integrantes del grupo de danza urbana Déjà Vu, como ya informamos el pasado 8 de mayo, consiguieron la proeza de clasificarse para la final europea a celebrar en París.

Después de un verano ilusionante en el que no descuidamos los entrenamientos (no en vano el reto era considerable) llegó el ansiado día.

El 9 de septiembre, comienzo del viaje, la emoción se palpaba en el ambiente entre los alumnos y los padres que quisieron acompañarnos. No hacían falta palabras para comprender que estábamos a las puertas de una experiencia inolvidable, de las que nos acompañarán siempre en nuestro pequeño cofre de los mejores recuerdos.

Tras llegar a París, dedicamos la tarde a una visita turistico-cultural por la ciudad de la luz: Notre Dame, el Louvre y para finalizar la Torre Eiffel, donde vivimos, me atrevería a asegurar, una de las mejores experiencias que puede vivir un amante de la danza urbana (ni más ni menos que bailar a los pies de la Torre Eiffel). De esta forma, ni cortos ni perezosos, con valentía, allí mismo, delante de los cientos de personas de todas las nacionalidades que como imagináis pasan por tan emblemático monumento, nos pusimos a bailar la coreografía con la que al día siguiente íbamos a competir. Muy difícil de expresar con palabras las emociones y el orgullo como malagueños que sentimos en esos momentos. Fue un magnífico colofón de nuestro primer día en París.

Y llegó el gran día, el ansiado momento para el que nos habíamos preparado durante tanto tiempo (es la grandeza de este deporte, tantos meses de entrenamiento, de superación, de ilusión, también, por qué no decirlo, de pequeños desánimos cotidianos, se plasman en una actuación de apenas 4 minutos). Y los resultados no pudieron ser más satisfactorios. Participaron 20 grupos de distintos lugares tanto de España como Europa y … ¡nos clasificamos en el quinto puesto! Todo un éxito, pero independientemente del resultado, lo más importante fue la actitud de todos los miembros del grupo ¡Se dejaron la piel en el escenario mis campeones!

Una vez terminada la competición continuamos la visita por París. Ya cansados por la tensión y experiencia que acabábamos de vivir estuvimos en el Arco del Triunfo, los Campos Elíseos, la basílica de Sacre-Coeur y el Moulin Rouge.

Con nuestro último día en París llegó la tranquilidad y la relajación. Con la satisfacción interna del deber cumplido pasamos un magnífico día de diversión, convivencia y millones de risas en Eurodisney, antes de volver a Málaga, con la mochila llena de vivencias que estoy seguro nunca olvidaremos.

Solo me queda agradecer en mi primer lugar a los padres que nos han acompañado en esta aventura, su valiosísima e imprescindible presencia. No encuentro adjetivos para calificar el inmenso apoyo y cariño que hemos recibido de su parte…. ¡Sois el mejor equipo de animación del mundo!

En segundo lugar, al centro por demostrar una vez más su apuesta por el deporte y todos los valores que aporta para la formación y crecimiento de los alumnos.

Y finalmente, desde estas líneas quiero dar la enhorabuena a mis niños por todo el trabajo, esfuerzo y largos entrenamientos…Con constancia los deseos se cumplen y eso es lo que habéis conseguido. Gracias por hacerme soñar. Os quiero mucho.

Esperanza

campeonato Funky París Sep 201...
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